En la fotografía podemos observar a una joven de tez pálida, pelo ondulado, ojos hundidos y ojeras profundas. Su nariz está desacompasada en comparación con las facciones de la cara, es demasiado grande.
Sus finos labios hacen que sean descubiertos sus pequeños dientes de leche, típicos de una niña.
El conjunto en general, delata que es una niña, al igual que su posición corporal y su inocente mirada. El vestido que lleva puesto, junto con el reloj, parece de primera comunión. Por lo tanto, se puede deducir que esta chica es pura, bondadosa y noble.
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